Cómo instalar una ósmosis inversa en casa

Una de las mejores formas de purificar y depurar el agua de nuestra casa es por medio de un sistema de ósmosis inversa, la cual conseguirá limpiar casi en un 95% la salinidad que porta el agua, como también el cloro, la cal, metales pesados como plomo o hierro, aparte de herbicidas y otros compuestos que quedan suspendidos en el agua y que los filtros de la red de tuberías de la suministradora no son capaces de filtrar o simplemente, el agua que llega a nuestra vivienda no tiene la calidad suficiente, debido a la zona en la que vivimos. Para que puedas disfrutar de un agua depurada que sea apta para beber o incluso para cocinar, te vamos a explicar cómo instalar una ósmosis inversa en casa, con unos pasos muy sencillos que podrás hacer tú mismo, aunque si quieres hacerlo con total seguridad, siempre es aconsejable dejarle el trabajo pesado a un fontanero.

Aspectos a tener en cuenta en la instalación de una ósmosis inversa

Lo primero que tenemos que mirar, antes de elegir el modelo que vamos a comprar, es el sitio donde va a ir montado. Por lo general, se va a situar debajo del fregadero, ya que dicho espacio es perfecto para su instalación, pero si no es aquí donde quieres que vaya, tendrás que mirar que los tubos van a poder llegar hasta las tuberías del grifo que quieres usar, como también el espacio es lo bastante amplio para este fin.

Una vez que ya has elegido el lugar, lo siguiente será comprar el modelo. Por lo general, todos van a aportarte la misma calidad, aunque existen algunos más caros que tienen más filtros y por lo tanto el agua saldrá mucho más depurada, pero todo es según gustos y sobre todo el dinero que deseas gastarte.

Uno de los puntos clave que tienes que saber es que los equipos de ósmosis inversa deben de instalarse siempre en una toma de agua fría, puesto que el agua caliente puede dañar gravemente todo el sistema interno de este aparato, por lo tanto, como podrás comprobar, tan solo tendrás agua potable y de excelente calidad si sale fría.

Otro punto importante se centra en la presión del agua, ya que estas máquinas trabajan mejor a cierta presión media, que se encuentra entre los 3 y los 5 bares. Tanto si es menor o mayor debes de colocar el aparato necesario para que todo funcione como es debido, teniendo que instalar una bomba de presión cuando es menor de 3 y un regulador de presión cuando aumenta de 5.

Aunque estos aparatos se encargan de limpiar y depurar el agua, no se pueden comparar con sistemas profesionales de grandes centros de depuración, por lo que la salinidad del agua debe de encontrarse al menos por debajo de los 1500 ppm, en caso contrario, es aconsejable no instalarlo, puesto que podría dañarse y no trabajar bien.

¿Cómo instalar una ósmosis inversa en casa?

Una vez que ya has elegido el lugar y modelo que vas a instalar en tu casa, te vamos a decir los pasos que vas a dar para que todo quede en perfecto estado, aunque como te comentamos en la introducción, lo mejor es dejar este tipo de trabajos a un fontanero, puesto que ellos son profesionales en este sector y conseguirás que te instalen tu ósmosis en cuestión de minutos, funcionando perfectamente, y ya tú lo único que tendrías que preocuparte sería del mantenimiento habitual.

Para empezar, tendrás que colocar los filtros en sus vasos contenedores, como verás, lo normal será tres cartuchos diferentes, colocándolos en su orden, tal y como te expondrán en las explicaciones, primero el de sedimentos, segundo el de carbón granulado, para finalizar con la malla. Es importante que compruebes que los vasos donde se encuentran están bien sellados y que estos filtros no se mueven.

El siguiente paso será la colocación de la membrana de la ósmosis, que tendrás que poner dentro del contenedor. Este depósito suele tener dos juntas, por lo que colocarlas perfectamente es esencial.

El siguiente paso puede ser uno de los más sencillos, pero bien es cierto que también es uno de los más importantes. Tendrás que colocar las tomas de agua de la red en el lugar adecuado, para esto tendrás que tomar una llave de escuadra para enroscar el latiguillo del agua a la máquina, mientras que el otro extremo se encuentra en el grifo de la cocina. Revisa muy bien que todo está en su lugar y que está bien fijado para evitar fugas. Por otro lado, te recomendamos que estos pasos los des con la llave de paso cerrada.

Comprueba que el grifo se encuentra en perfectas condiciones y que ha quedado sujeto en su lugar. Si la instalación es completamente nueva, comprueba que el ancho del orificio del grifo sea el correcto.

Ya acercándonos al final, tendrás que conectar el desagüe de la ósmosis, ya que parte del agua llegará hasta el grifo del fregadero, pero otra se perderá ya que será el agua en mal estado. Lo más recomendable es hacer llegar dicha agua al propio sistema del fregadero, instalando un sifón que acepte dos tomas diferentes, esto conseguirá facilitar el trabajo sumamente, pudiéndolo encontrar en muchas ferreterías, y tan solo tendrás que desmontar el anterior, para colocar el nuevo.

Finalmente conecta el deposito a la válvula que has instalado y comprueba que todo está bien colocado. Como consejo, puedes usar teflón en rollo para secar y sellar mejor cada una de las juntas evitando que pueda haber algún tipo de fuga. Una vez que has comprobado todo minuciosamente, deberás de abrir la llave de paso general de agua y comprobar durante algunos minutos que todo marcha bien.

Recuerda que tienes que seguir las indicaciones del fabricante, cambiando los filtros en el momento que te lo recomiendan, ya que después de varios meses o de un tiempo de uso, empiezan a obstruirse, haciendo que el agua no sepa como al principio. La instalación de estos filtros es algo muy sencillo y que no merece explicación, pudiéndolo hacer en tan solo unos pasos.


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